Dinero levantado vs Riesgo eliminado

Dinero levantado vs Riesgo eliminado

Este post es algo en lo que he estado pensando últimamente y que surge a partir de una charla con mi compañero José María Hernanz, a quien le he pedido que me eche una mano para escribirlo.

Como inversor en Venture Capital, una de las pocas cosas diferenciadoras en las que realmente puedes aportar valor a una compañía ya invertida es allanar el camino de cara a futuras rondas de inversión. Los inversores sabemos qué aspectos valoran los fondos que invierten en etapas un poco más avanzadas que la nuestra e intentamos poner en valor estos aspectos que, en muchas ocasiones, el emprendedor desconoce o no tiene en cuenta.

Me gusta la reflexión que hace Keith Rabois en este podcast con Harry Stebbings.



En su opinión, uno de los inputs más importantes que un buen inversor puede dar a un emprendedor es la respuesta a las siguientes preguntas:

¿Qué objetivos puedes alcanzar que puedan ser valorados por el resto del mundo? ¿Qué objetivos realmente te pueden ayudar a desbloquear capital futuro? ¿Tienes el suficiente capital y el suficiente tiempo para poder llegar a ese estado?

Sobre todo, intentamos pensar en qué hitos son capaces de desbloquear mayores valoraciones futuras en las compañías en las que invertimos. Y, un poco más difícil, tratamos de intuir si la ronda en la que invertimos proporciona los suficientes recursos como para conseguirlo.

¿Por qué hay compañías que son capaces de multiplicar su valoración entre ronda y ronda mientras que otras consiguen solo pequeñas revalorizaciones?

Cómo evolucionan las compañías a medida que consumen el dinero adquirido en rondas de financiación no es trivial. Pueden evolucionar de muchas formas.

En ese sentido, hay una diapositiva que en todos los decks pasa desapercibida, y es aquella que viene a describir qué hitos se pretenden alcanzar con el capital que se está levantando y cómo se va a emplear el dinero para conseguirlo.

Tenemos que imaginar la aventura de una compañía como un eje temporal en el cual, a medida que pasa el tiempo y se consumen recursos, se deberían ir reduciendo los niveles de riesgo asociados al éxito.

Si busco una manera de ejemplificarlo, se me ocurre un videojuego en el que cada vez que se sube de nivel, la dificultad baja y las posibilidades de pasar a la pantalla final aumentan.

Es decir, en el momento cero de una startup, hay un millón de cosas que pueden salir mal. En los pasos iniciales, de cero a uno, esperas ir teniendo certeza sobre qué cosas funcionan y cuáles no; y, indudablemente, levantar dinero ayuda a que todo sea un poco más fácil, ya que permite equivocarse más y aprender más rápido.

De este modo, en cada fase por la cual transcurre una compañía (pre-seed, seed, Series A, etc.), se deberían ir mitigando una serie de incertidumbres, lo que a su vez desbloqueará y dará paso a nuevos retos.

Una compañía desbloquea fases de su crecimiento en base al cumplimiento de hipótesis, así que será fundamental fijar y establecer qué hipótesis se quieren demostrar para pasar a los siguientes niveles.

Este post es algo en lo que he estado pensando últimamente y que surge a partir de una charla con mi compañero José María Hernanz, a quien le he pedido que me eche una mano para escribirlo.

Como inversor en Venture Capital, una de las pocas cosas diferenciadoras en las que realmente puedes aportar valor a una compañía ya invertida es allanar el camino de cara a futuras rondas de inversión. Los inversores sabemos qué aspectos valoran los fondos que invierten en etapas un poco más avanzadas que la nuestra e intentamos poner en valor estos aspectos que, en muchas ocasiones, el emprendedor desconoce o no tiene en cuenta.

Me gusta la reflexión que hace Keith Rabois en este podcast con Harry Stebbings.



En su opinión, uno de los inputs más importantes que un buen inversor puede dar a un emprendedor es la respuesta a las siguientes preguntas:

¿Qué objetivos puedes alcanzar que puedan ser valorados por el resto del mundo? ¿Qué objetivos realmente te pueden ayudar a desbloquear capital futuro? ¿Tienes el suficiente capital y el suficiente tiempo para poder llegar a ese estado?

Sobre todo, intentamos pensar en qué hitos son capaces de desbloquear mayores valoraciones futuras en las compañías en las que invertimos. Y, un poco más difícil, tratamos de intuir si la ronda en la que invertimos proporciona los suficientes recursos como para conseguirlo.

¿Por qué hay compañías que son capaces de multiplicar su valoración entre ronda y ronda mientras que otras consiguen solo pequeñas revalorizaciones?

Cómo evolucionan las compañías a medida que consumen el dinero adquirido en rondas de financiación no es trivial. Pueden evolucionar de muchas formas.

En ese sentido, hay una diapositiva que en todos los decks pasa desapercibida, y es aquella que viene a describir qué hitos se pretenden alcanzar con el capital que se está levantando y cómo se va a emplear el dinero para conseguirlo.

Tenemos que imaginar la aventura de una compañía como un eje temporal en el cual, a medida que pasa el tiempo y se consumen recursos, se deberían ir reduciendo los niveles de riesgo asociados al éxito.

Si busco una manera de ejemplificarlo, se me ocurre un videojuego en el que cada vez que se sube de nivel, la dificultad baja y las posibilidades de pasar a la pantalla final aumentan.

Es decir, en el momento cero de una startup, hay un millón de cosas que pueden salir mal. En los pasos iniciales, de cero a uno, esperas ir teniendo certeza sobre qué cosas funcionan y cuáles no; y, indudablemente, levantar dinero ayuda a que todo sea un poco más fácil, ya que permite equivocarse más y aprender más rápido.

De este modo, en cada fase por la cual transcurre una compañía (pre-seed, seed, Series A, etc.), se deberían ir mitigando una serie de incertidumbres, lo que a su vez desbloqueará y dará paso a nuevos retos.

Una compañía desbloquea fases de su crecimiento en base al cumplimiento de hipótesis, así que será fundamental fijar y establecer qué hipótesis se quieren demostrar para pasar a los siguientes niveles.

El impacto de ir mitigando el riesgo en la valoración de tu startup

Una compañía que acaba de empezar tendrá una valoración relativamente baja debido a la enorme cantidad de riesgo que tendrá que superar: de equipo, de mercado, tecnológico, de escalabilidad…

Una compañía que alcanza éxitos a medida que avanza en su mercado tendrá una valoración superior. Superar hitos tiene un valor en sí mismo.

En fases avanzadas, la valoración debe ser inversamente proporcional al riesgo de la compañía. Con un asterisco bien grande, medir el riesgo es imposible y más todavía en early-stage.

Por ello, aquellas compañías que son capaces de dar saltos grandes en su valoración (idealmente >2x entre rondas), entre fase y fase, son aquellas que no se limitan a ejecutar lo que ya venían haciendo, sino que son capaces de demostrar y dar respuestas positivas a dudas que sobrevolaban por encima de sus cabezas.





Por eso, es importante que cada vez que evaluamos una compañía desde cero, intentemos entender qué riesgos se han mitigado en los últimos dieciocho meses y qué riesgos se esperan mitigar en los siguientes. O, dándole la vuelta, qué grandes hitos se han conseguido gracias al consumo de capital y cuáles se pretenden conseguir en el futuro.

Este enfoque permite ir más allá de la evolución en una única métrica, normalmente ligada a los ingresos, y poner la lupa en qué hitos se han cumplido que permitan a la compañía ganar escalabilidad y potencial en las siguientes fases.